lunes, 13 de diciembre de 2010

Señor Zapatero, ¿era Irlanda su modelo?

El primer ministro irlandés y el ministro de finanzas

Por Luis Ángel Aguilar Montero

Hace seis meses, el FMI publicaba su informe sobre la evolución de la economía española en el que se aplaudía sin ambages la política de recortes del señor Zapatero y animaba al Ejecutivo a no retrasar las reformas estructurales anunciadas. Entre las felicitaciones que demostraban que ZP andaba más que arrodillado a los mercados -como bien le recriminaba Cayo Lara- estaban seis de los siete mandamientos que había planteado Aznar. A saber «rebajas fiscales a los ricos», la reforma laboral, «más nucleares y menos energías renovables», la privatización de las cajas de ahorro, la de los servicios públicos y la ya anunciada reforma de las pensiones.
Pues bien, si vemos las barbas del vecino irlandés cortar, más nos valdría rectificar si no queremos sufrir las mismas consecuencias que ese alumno tan aventajado… Y es que a Irlanda también le aplaudió el FMI sus políticas de ajustes y hasta lo ponía de ejemplo ante el mundo entero, como bien nos recordaba ese pedazo de economista antisistema que es Juan Torres: «lo que estaba haciendo Irlanda no era otra cosa que aplicar como un alumno aventajado las políticas de ajuste estructural que el Fondo Monetario Internacional venía proponiendo desde hacía años para favorecer el incremento de las rentas del capital. Y por eso el Fondo aplaudía lo que se estaba haciendo allí afirmando que sus políticas económicas ofrecían lecciones útiles a otros países (FMI. IMF Concludes 2004 Article IV Consultation with Ireland)».

Las privatizaciones, la política de bajos impuestos sobre el capital, su gran liberalización de la actividad económica, la moderación salarial y las grandes facilidades a los capitales para que pudieran actuar a su antojo,… ¿No son las mismas medidas prometidas por ZP para España y aplaudidas por el FMI? ¿No eran esas las claves del éxito irlandés que debería haber sido el ejemplo de cualquier país que deseara ser tan floreciente como el llamado «tigre celta»?

Ya Juan Torres y otros muchos economistas -críticos con las políticas más neoliberales del FMI y del BCE- denunciaron en su día que precisamente fueron estas políticas la causa real de su crisis (tanto la de su recesión de 2008, como este nuevo varapalo). Y el resultado no ha podido ser peor, pues la economía irlandesa en 2009 no sólo no creció lo que preveía el FMI, sino que al contrario, su PIB bajó más del 10%, su inversión un 30% y su consumo se redujo más de un siete por ciento, por lo que la economía irlandesa no fue capaz de generar recursos, ni de recaudar ingresos y su deuda continuó creciendo.

Así que ¡ojo al dato!, que por eso decimos lo de poner las barbas a remojar. ¿Ha reparado señor Zapatero, (o señor Rajoy, que para el caso es lo mismo cuando este último ya ha anunciado qué haría como Cameron en Inglaterra) que ya antes que nadie Irlanda fue el primer país en aprobar, dentro de su programa de austeridad y recortes, el 20% de reducción del sueldo de los funcionarios y el 10% las prestaciones sociales? Ellos entonces, ya dieron varias docenas de miles de millones de euros a los bancos y ahora nos piden a Europa otros 90.000 millones. ¿Hasta cuando vamos a seguir los malos ejemplos neoliberales?

Para acabar con la crisis hay que terminar con esa degeneración que representa la gran especulación financiera y cambiar radicalmente el modelo de distribución de la riqueza que hoy día domina. Vamos que para una salida social de la crisis sin que como a Irlanda, nos vuelva a tocar otra mayor en unos años es preciso emplear otras políticas: desde la fiscalidad progresiva grave más el beneficio y apoye -al revés que ahora- a las rentas más bajas, hasta incrementar el gasto público para fortalecer la actividad productiva, pasando, cómo no, por implementar las medidas necesarias para subir los salarios y el poder adquisitivo de la clase trabajadora.

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