Los profes de religión
católica -la única posible de cursar en la escuela pública de un Estado
aconfesional?!- son los únicos trabajadores de la enseñanza que tienen
condiciones laborales, no solo dignas, sino privilegiadas: contrato indefinido
sin pasar por una oposición (el único requisito es que su vida privada sea
aprobada por el Obispado, que es quien nombra "a dedo" a quien debe
contratar la Junta, con dinero, claro está, de todos los castellano-manchegos);
no sufren precariedad porque cobrarán el verano, al contrario que los docentes
interinos; no les afecta la incompatibilidad laboral que tenemos todos los
funcionarios puesto que desempeñan otros trabajos, incluso estando de baja
laboral (es el caso del profesor de religión del IES Herminio Almendros, que
está de baja por enfermedad y por tanto no evalúa a los alumnos y carga de
trabajo a todos, e incluso a los propios compañeros que no cobrarán el verano e
irán al paro el curso próximo) pero sale en la tele oficiando misas.
Otros aspectos de la
educación criticables en esta situación de recortes son: el cierre de los
centros de profesores por lo que habrá que desplazarse para el obligado
reciclaje del profesor, lo que es obvio que sale más caro a toda la comunidad
educativa; 100.000 profes menos el curso 2012-13; eliminación de apoyos en
Infantil; la oferta obligada de Bachillerato por cada Centro será de una sola
modalidad, no de dos, como siempre, lo cual es otra medida encubierta de
reducción de plantilla; aumento brutal de ratio (30 alumnos en Primaria, 36 en
Secundaria, 42 en Bachillerato); ausencia de sustituciones...
Conclusión: la calidad
será para quien pueda pagarle y el servicio público será sinónimo de
beneficencia, como en EEUU y la posguerra española.
Sin embargo hay un
proceso de rebelión por parte de mucha gente. En Almansa las AMPAS se han unido
y los profes nos hemos organizado en asamblea cuya página de facebook es:
defensadelaescuelapublicaalmansa
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