jueves, 1 de agosto de 2013

Intervención de Cayo Lara en la comparecencia de Mariano Rajoy en Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados

Señor Presidente. Señorías.

Quiero comenzar mi intervención con el recuerdo a todas las víctimas del accidente de Santiago. Todos los que hemos pasado por allí hemos podido comprobar una solidaridad ciudadana ejemplar y la extraordinaria labor de los empleados públicos. Hoy, el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas es que no quede ni un solo kilómetro de vía férrea sin las adecuadas medidas de seguridad que la tecnología permita.


Señor Rajoy:


“Solo quien tiene algo que esconder en el Gobierno trata de ocultar la verdad en el Parlamento”

Esta cita es de su vicepresidenta y la escribió en un tuit en la legislatura anterior dedicado a Rodríguez Zapatero. Hoy se la dedico yo a Vd. Porque llega a esta Cámara ‘por voluntad propia, pero del ronzal’. Llega presionado por la opinión pública, por los grupos de esta Cámara, por la pésima imagen internacional, y por la presión de su propio partido y sus votantes.

Al igual que lo que un día fueron unos ‘hilillos de plastilina’ acabaron siendo una inmensa catástrofe ambiental, ahora la historia de que ‘nadie podrá demostrar que Bárcenas no es inocente’ se ha convertido en el mayor escándalo de corrupción de la democracia española en su partido. No acierta usted ni con los hilillos ni con los amigos.

No es bueno enviar mensajes de ánimo a los delincuentes desde la Presidencia del Gobierno, sobre todo cuando han trabajado para la familia política, para la causa, para la trama de corrupción tejida entre empresarios corruptores y recogedores de sobres corruptos.

En su partido han ido demasiado lejos y hoy hablar del estado de la nación es hablar del ‘estado de la corrupción’ en el PP.

Lo dijo su portavoz, el Sr. Alonso, en la Diputación Permanente del pasado 11 de julio. Estas exactamente fueron sus palabras: ‘Eso es lo que le preocupa al Partido Popular, una trama de corrupción que sí ocurrió dentro del Partido Popular y, claro que nos preocupa, y claro que nos parece repugnante, y claro que lo queremos cambiar’.

Señor Alonso: Una trama de corrupción que sí existió en el Partido Popular. Todos los imputados en el ‘caso Gürtel – Bárcenas’ son, o han sido, altos dirigentes o importantes cargos públicos del Partido Popular. El problema es que esa trama de corrupción y otras tramas han hecho posible el saqueo de este país.

La corrupción ha sido un factor importante en el modelo productivo perverso, que ha logrado que la crisis sea más profunda y duradera en España. La corrupción es el medio que usan los que no se presentan a las elecciones para seguir mandando y trasladar sus decisiones al poder político.

Hace un año ya le pedimos una comisión de investigación sobre el desastre financiero creado al calor de la ‘burbuja inmobiliaria’. Hasta en cinco ocasiones impidieron ustedes su creación. Les hemos pedido también un Pleno monográfico sobre la corrupción, así como la creación de una comisión de investigación sobre la financiación irregular de los partidos políticos que también nos han negado.

Pensábamos nosotros, ingenuamente, que ustedes serían consecuentes con lo que figura en la página 173 de su programa electoral, que dice literalmente que ‘la lucha contra la corrupción es uno de los objetivos fundamentales del Partido Popular, ya que el funcionamiento del sistema democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes permisivas, indolentes y exculpatorias ante la gravedad de determinados comportamientos’. Es lo que dice su programa electoral.

Está claro que no han sido consecuentes y que esta negativa a investigar la corrupción obedece a que debajo de la alfombra no sólo estaban los gobiernos anteriores, el Banco de España, los banqueros y altos ejecutivos, sino también la trama de corrupción a la que aludía el señor Alonso.

Nosotros ya le pedimos la dimisión en el debate sobre el estado de la Nación por dos razones:

--Por su estafa electoral violando el programa prometido.

--Y por la supuesta financiación irregular y competir ‘dopados’ en las elecciones.

Hoy le sumamos una tercera razón: Que han montado su Gobierno sobre una gran mentira a los ciudadanos.

La violación de lo que prometieron a los ciudadanos es una auténtica estafa electoral. Han perdido su legitimidad de ejercicio por hacer lo contrario de lo que dijeron con los incumplimientos y su legitimidad de origen con sus mentiras.

La última mentira es sobre los 36.000 millones de recursos que el FROB da por perdidos, los asume el Estado y usted aseguró en este Senado que ‘nunca pagarían los contribuyentes’.

Todos estos incumplimientos han tenido consecuencias. Están haciendo sufrir mucho a mucha gente:

A los 6 millones de parados. Más de 3 millones de ellos sin ayuda.

A los dependientes. 

A los jóvenes con más tasas, sin beca y sin esperanza, y con la ideología clasista de la ‘ley Wert’.

A los cada vez más excluidos. Más pobres.

A los desahuciados de la vivienda por los bancos.

A quienes queremos y creemos en la Sanidad Pública, que Vds. ponen en peligro allí donde gobiernan por sus ansias privatizadoras.

A los pensionistas, presentes y futuros, con ese informe del comité de supuestos expertos, que en su mayoría no son otra cosa que ‘soldados de fortuna’ de las entidades financieras, que sólo pretenden recortar pensiones para potenciar el negocio de los planes privados de la Banca y las aseguradoras.

Siguen ustedes aquella máxima que tanto criticara Ortega del ‘¡Qué inventen ellos!’ 

Han aumentado una legión de parados, desahuciados, exiliados económicos. Se van miles de jóvenes con las maletas llenas de títulos universitarios que en España ya no valen. Lo que realmente ha hecho ha sido aplicar las imposiciones de la troika con una finalidad política e ideológica precisa: aprovechar la crisis para desmantelar los derechos sociales y sindicales, con el objetivo de sobreexplotar a los trabajadores e incrementar los beneficios del capital.

Decía David Harvey que ‘la crisis es un golpe de Estado que distribuye la riqueza hacia arriba’. No hay nada técnico, es la lucha de clases.

Y todo este desastre no se entendería sin la corrupción sistémica. Y tiene mucho que ver con la corrupción en su partido y la financiación ilegal. Es la segunda razón por la que le pedíamos y le pedimos la dimisión. 

Señorías,

Aquí el problema no reside únicamente en que algunos dirigentes del Partido Popular y ciertos miembros del Gobierno hayan estado percibiendo sobresueldos y los hayan declarado o no, que ya sería grave por sí mismo. El problema es el origen de los fondos con el que se han estado financiando esos sobresueldos y, mucho peor, el hecho de haber concurrido a las elecciones dopados con fondos ilegales.

Y es doblemente grave porque la percepción de esos fondos no sólo ha sido irregular por hacerse al margen de la ley, sino porque esas entregas han tenido como consecuencia sus correspondientes mordidas, concesiones urbanísticas, licitaciones, permisos y aprobación de obras…

Con lo cual, la competencia desleal y fraudulenta se ha producido en una doble vertiente: por un lado la de los empresarios que se han beneficiado de esos donativos y que han competido en clara ventaja respecto al resto de empresas. Y, por otro, está la parte que afecta a los partidos políticos, ya que en vista de las acusaciones realizadas por su propio ex tesorero y amigo, y de los indicios que obran en poder de la Justicia, ustedes habrían competido electoralmente con muchos más recursos y de forma tramposa con el resto de organizaciones políticas.

Ahora entendemos su empeño en recortar las subvenciones a partidos y sindicatos. Es que a ustedes no les hacían falta porque se financiaban con otros fondos alternativos.

La comunión entre empresarios corruptores y políticos corruptos es el mejor exponente de ese ‘neoliberalismo cañí’ que ustedes defienden. Libre mercado y libre competencia pero sólo para ustedes y sus amigos donantes. Un empresario honesto tiene pocas posibilidades de ganar un concurso o una licitación frente a otro que ha pasado por caja.

¿Qué puede hacer frente a eso la innovación, la calidad, el servicio o la competencia? ¿Cómo pueden dirigirse a quienes llaman emprendedores para que se endeuden, hagan un plan de negocio y contraten, si luego el acceso a las adjudicaciones de obras y servicios depende de que a uno le vean en ciertas sedes?

Abundan los ejemplos de este tipo de mamandurrias y sus detalles. Le voy a poner dos ejemplos: en Baleares el ‘caso Scala’, con la condena de un ex dirigente del PP por trama corrupta; y en Valencia el ‘caso SEDESA’, con los Cotino y su acceso a obras sin ganar los concursos previos.

Este modelo ha dañado la política y la economía, incrementando los precios de las obras públicas, productos y servicios, impulsando infraestructuras innecesarias, alimentando el déficit público y la inflación, falseando la competencia y desanimando al contribuyente honrado que constata el uso indebido de sus impuestos.

No es difícil entender que los que dieran donativos tuvieran también créditos temerarios de las cajas de ahorros saqueadas para, entre otras cosas, realizar obras innecesarias. Es más, le hemos pedido al Gobierno los datos sobre los créditos impagados concedidos por las entidades intervenidas y nos ha negado la información.

Dicen Vds. que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Algunos sí. Pero lo cierto es que ‘muchos se han corrompido por encima de las posibilidades del país’.

La trama de corrupción de la que hablamos es central y está también en las comunidades autónomas. Valgan como ejemplo los más de 4.000 millones de euros en concesiones de obras públicas a las empresas donantes que figuran en la lista del propio Bárcenas, sólo en la Comunidad Valenciana. Es una obscenidad que mientras algunos dirigentes como Camps y Barberá se reían montados en un Ferrari por las calles de Valencia, ahora, como consecuencia de aquellas políticas, millones de españoles estén perdiendo su empleo, su casa, sus hospitales, sus escuelas y sus pensiones.

Señor Rajoy,

Según la declaración ante el juez de su amigo y ex tesorero, su partido habría estado financiándose irregularmente al menos durante los últimos 20 años.

Hoy lo sabemos porque se ha roto la omertá. Su persona de máxima confianza, nombrado tesorero por Vd., y alabado y bendecido por el partido hasta hace cuatro días, ha pasado a ser un proscrito en el PP. Han mentido tanto, tantas veces y a través de tantos portavoces que ahora han perdido toda la credibilidad. Tienen el Gobierno montado sobre una gran mentira.

Y esta inmensa mentira es la tercera razón para pedir su dimisión.

En el comunicado del PP del 28 de julio de 2009, al albur de las informaciones sobre la ‘red Gürtel’, además de subrayar la lealtad del señor Bárcenas, afirmaban:

- ‘El Partido Popular confía en la inocencia de Luis Bárcenas y en que así se demostrará en los Tribunales de Justicia’.

- ‘El Partido Popular quiere manifestar su reconocimiento a los más de 28 años de servicios de Luis Bárcenas a nuestro partido que han sido ejemplo de profesionalidad y buen hacer’.

El 7 de octubre de ese mismo año, la Dirección Nacional del PP reconocía, ahora sí, la existencia de una trama de corrupción para, según decían, “aprovecharse del Partido Popular”. Y en ese mismo comunicado, además de poner el ventilador en marcha, llegaban a asegurar que: ‘Ante denuncias de corrupción el Partido Popular no mira para otro lado ni lo hará nunca. Seremos firmes y contundentes a la hora de exigir responsabilidades por cualquier comportamiento irregular’.

Hasta ahora la única querella contra Bárcenas y los empresarios corruptores ha sido la que ha presentado Izquierda Unida y otras asociaciones. ¿Por qué no han presentado una querella contra Bárcenas? ¿Sólo se han querellado contra los mensajeros que airearon los papeles?

En ese mismo comunicado, vertían una frase que muy pocos de los que están aquí se atreverían a suscribir: ‘Garantizamos a todos los españoles que la inmensa mayoría de los dirigentes y representantes del PP son ejemplo de honestidad y trabajo al servicio de los españoles’.

Quién mantendría esa frase hoy aquí si ni siquiera su secretaria general, la señora Cospedal, se atreve a poner la mano en el fuego por ninguna otra persona ajena a su familia, tal y como contaba en una entrevista publicada el pasado domingo. Si su secretaria general no confía en los dirigentes de su propio partido, cómo esperan ustedes que lo haga la sociedad española. Es imposible.

Pero su historia de incongruencias y declaraciones inverosímiles no acaba aquí, ni mucho menos. El 8 de abril de 2010, el Partido Popular reconocía públicamente ‘la magnífica gestión que durante esos años D. Luis Bárcenas realizó como gerente y tesorero del partido’. Y le agradecía ‘la lealtad demostrada al partido y a sus dirigentes’ y manifestaba ‘su convencimiento de que demostraría su inocencia frente a las falsas imputaciones’.

Señorías, ¿van ustedes recobrando la memoria?

El culmen de los despropósitos y de las declaraciones desafortunadas llegaba de la mano de la señora Cospedal. La indemnización ‘pactada, simulada o en diferido’, junto con la supuesta relación laboral de Bárcenas con el PP hasta 2010 han sido tremendas mentiras. Una mentira tras otra. ¡Pero si el señor Bárcenas mantuvo despacho, secretaria, sueldo, alta en la Seguridad Social y coche hasta el mes de enero de 2013! Incluso le estuvieron pagando los abogados.

¿Por qué han negado esa relación con Bárcenas, tanto Cospedal, Alonso, Floriano, Montoro como Vd. mismo Sr. Rajoy? Son mentiras contrastadas y a las que ni siquiera ustedes han podido rebatir.

Las mentiras tienen las ‘patas muy cortas’ y le han delatado los famosos mensajes de móvil que se han conocido y en los que Vd. animaba a resistir a su ex tesorero y amigo. Señor Rajoy, a resistir ¿el qué, ante quién, para qué?

Porque cuando usted mandaba los mensajes de aliento y de resistencia al señor Bárcenas ya se conocían sus cuentas en Suiza y, por tanto, el hecho de que Bárcenas era un delincuente. ¿Por qué le mandaba entonces esos mensajes? ¿Cuál es el pacto que usted y su partido tenían con el señor Bárcenas y del que éste se sintió liberado según los mensajes que le envió?

Señor Rajoy, los 48 millones de euros en las cuentas de Bárcenas supondrían que durante 27 años, cada día, se llevaba 1 millón de pesetas a sus cuentas en el extranjero. ¿No se enteró Vd. ni nadie?

¿Cómo es posible que ni el presidente, ni los secretarios generales conocieran estas prácticas? ¿Es que no les pedían cuentas los empresarios que entregaban el dinero? ¿Puede explicarnos si el diseño financiero que el señor Bárcenas atribuye a Blesa fue encargado por el Partido Popular?

Por cierto, este país no entiende que mientras el señor Blesa entra y sale de la cárcel en dos ocasiones, al juez que lo instruye se le empapele. También vamos a estar alerta a los sospechosos movimientos que intentan conseguir la nulidad del ‘caso Bárcenas’: ¡la nulidad es impunidad! Un fantasma recorre la Justicia, el fantasma del ‘caso Naseiro’.

¿Por qué tenía el PP tanto interés en quitarle el caso al juez Bermúdez? ¿No seguirá usted enviándole mensajitos directa o indirectamente?

Señorías,

Es la hora de la regeneración democrática, de denunciar la puerta giratoria como símbolo del bipartidismo, que se refleja en casos como los de González y Aznar y en demasiados ministros de todos los gobiernos. Los ciudadanos quieren y tienen el derecho a saber la verdad.

Este país necesita seguridad jurídica, credibilidad y estabilidad. La seguridad jurídica reside en que todos los empresarios sepan que pueden competir sin trampas. La credibilidad requiere políticos honrados y honestos. La estabilidad está también en que la financiación de los partidos sea pública, clara y transparente, y no de empresas por la puerta de atrás, para luego poner las instituciones a su servicio.

Pero para tener estabilidad tiene que haber cohesión social.Un país no puede ser estable con seis millones de parados. No puede ser estable con este grado de exclusión social. Su estabilidad no puede basarse en rescatar a la Banca y condenar a las personas. Y esa estabilidad se consigue con transparencia y no con la perversión de la democracia. La estabilidad está en poner el BOE al servicio del interés general y no al servicio de intereses espurios.

Señor Rajoy, no se puede construir el futuro bajo la sospecha de las sombras del pasado. Este debate no puede ser una ‘ley de punto final’. Asuma usted su responsabilidad. Dimita y convoque elecciones generales para darle la voz al pueblo.

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