Laura Fernández, Concejala Viceportavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida - Los Verdes, comparecía el viernes para denunciar que, tras detectarse una avería en Zucaña a las 00:30 horas de la madrugada entre el miércoles y el jueves, lo que dejó sin agua a entre el 30% y el 40% de la población, «nadie sabía qué pasaba ni cuánto iba a tardar en volver». Criticaba Fernández que el equipo de gobierno informó a las 20:25 del jueves, casi un día después, y considera que «Aqualia ha tardado hasta 3 veces más en arreglarlo que cuando el agua era pública». Desde IU-LV explican que esta avería es común y se ha repetido varias veces a lo largo de los años, siendo los trabajadores públicos quienes realizaban las reparaciones, y acusan a la empresa de «no tener previsión ni repuestos». Su grupo, tras conversar con técnicos municipales, ha tenido conocimiento de que, aunque sí se disponía de una bomba de repuesto, no sucedía así con el acople. «Si tienen que gastar más en repuestos o deben trabajar día y noche como hicieron en otras ocasiones trabajadores municipales, que lo hagan», decía la edil, que tildaba la gestión de «nefasta» y cuestionaba «por qué la concejala sale a justificar a la empresa y agradecer su trabajo, cuando los trabajadores públicos lo han hecho antes en menos horas y jamás se ha salido a defenderlos». Nuevamente, considera Fernández, «el equipo de gobierno se pone del lado de las empresas privadas».
La avería en Zucaña, uno de los puntos desde los que se suministra agua al municipio, se detectaba según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Almansa a las 00:30 horas de la madrugada entre el miércoles y el jueves, sin embargo -denuncia Laura Fernández- avisaron a las 20:25 del jueves, «nadie sabía qué pasaba ni cuánto iba a tardar en volver el agua». Aseguraba la edil que «no se recuerda corte de tal magnitud mientras era pública», ya que el suministro no se restablecía en muchas casas hasta la madrugada entre el jueves y el viernes, e incluso siguen aún existiendo quejas de falta de suministro por parte de los vecinos.
Además, desde IU-LV exponen que, tras hablar con técnicos municipales «llegamos a ciertas conclusiones: Aqualia ha demostrado no tener previsiones ni repuestos, cuando el agua era pública los repuestos estaban a mano». Se refería así a la falta de un acople de repuesto que retrasó la reparación de la avería. Así mismo, calcula la edil según la información obtenida que «han tardado hasta 3 veces más en arreglarlo que cuando era pública», empleando para ello, según la empresa, a 15 trabajadores, mientras que -decía Fernández- «con personal público se empleaban 5 trabajadores y se solucionaba más rápido». Por ello, desde su formación «no entienden por qué la concejala sale a justificar a Aqualia y agradecer el trabajo, cuando los trabajadores públicos lo han hecho en menos horas jamás se ha salido a defenderlos». Nuevamente, aseguraba, «se pone del lado de las empresas privadas».
Por último, la edil sentenciaba que «lo que tiene que hacer la concejalía es exigir organización, profesionalidad y rapidez, pues es una avería provocada en otras muchas ocasiones y arreglada mucho antes». Calificó la gestión de «nefasta» y exigía al equipo de gobierno «que vele por sus ciudadanos», y a Aqualia «tener más en cuenta estas averías. si tienen que gastar más en repuestos o deben trabajar día y noche como hicieron en otras ocasiones trabajadores municipales, que lo haga».
La avería en Zucaña, uno de los puntos desde los que se suministra agua al municipio, se detectaba según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Almansa a las 00:30 horas de la madrugada entre el miércoles y el jueves, sin embargo -denuncia Laura Fernández- avisaron a las 20:25 del jueves, «nadie sabía qué pasaba ni cuánto iba a tardar en volver el agua». Aseguraba la edil que «no se recuerda corte de tal magnitud mientras era pública», ya que el suministro no se restablecía en muchas casas hasta la madrugada entre el jueves y el viernes, e incluso siguen aún existiendo quejas de falta de suministro por parte de los vecinos.
Además, desde IU-LV exponen que, tras hablar con técnicos municipales «llegamos a ciertas conclusiones: Aqualia ha demostrado no tener previsiones ni repuestos, cuando el agua era pública los repuestos estaban a mano». Se refería así a la falta de un acople de repuesto que retrasó la reparación de la avería. Así mismo, calcula la edil según la información obtenida que «han tardado hasta 3 veces más en arreglarlo que cuando era pública», empleando para ello, según la empresa, a 15 trabajadores, mientras que -decía Fernández- «con personal público se empleaban 5 trabajadores y se solucionaba más rápido». Por ello, desde su formación «no entienden por qué la concejala sale a justificar a Aqualia y agradecer el trabajo, cuando los trabajadores públicos lo han hecho en menos horas jamás se ha salido a defenderlos». Nuevamente, aseguraba, «se pone del lado de las empresas privadas».
Por último, la edil sentenciaba que «lo que tiene que hacer la concejalía es exigir organización, profesionalidad y rapidez, pues es una avería provocada en otras muchas ocasiones y arreglada mucho antes». Calificó la gestión de «nefasta» y exigía al equipo de gobierno «que vele por sus ciudadanos», y a Aqualia «tener más en cuenta estas averías. si tienen que gastar más en repuestos o deben trabajar día y noche como hicieron en otras ocasiones trabajadores municipales, que lo haga».
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